Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2020

La oscura hermandad de los sembradores de ositos de buenas noches.

Imagen
  Durante los últimos meses he librado una titánica batalla que ha puesto a prueba toda mi capacidad de autocontrol y el poco o mucho equilibrio emocional que pueda tener. Noche tras noche, de forma inexorable, recibí en mi teléfono móvil un osito (o similar) deseándome un feliz descanso. Cada mañana lo primero que me encontraba al encender el aparato era un ramillete de flores acompañado de un mensaje invitándome a ser feliz, a disfrutar de un día maravilloso e inolvidable. El desafío todavía no ha terminado, pero he logrado mantener la cordura, contener el impulso de responder con un exabrupto definitivo o bloquear al emisor de ositos. Bien podría haber optado por esta última opción, indiscutiblemente la más sensata, pero pensé que hubiera sido algo así como rendirme, como demostrar mi vulnerabilidad ante un ataque de florecillas silvestres y peluches. Así que todavía aguanto firme el pulso, aunque debo reconocer que pasé por momentos de debilidad, asaltado por la tentación de re...