Lost in transfer.

Salgo atropelladamente del finger y recorro la T4 a grandes zancadas, voy justo para dar la conferencia que tengo programada. Al franquear la puerta de salida de la terminal busco un cartel con mi nombre o con el nombre de la empresa farmacéutica que me ha contratado. Diviso el logo que estaba buscando entre decenas de conductores que esperan a sus pasajeros. -Hola, creo que me está esperando a mí. El tipo, embutido en un traje gris que le queda grande y orgulloso portador de una llamativa corbata color fucsia, deja de charlar con su compañero y me mira detenidamente. -¿Cómo se llama usted? -Me llamo Pérez. Revisa una hoja impresa y subraya un nombre, imagino que el mío. -Todo bien. Vamos, parece que están inquietos esperándole. -Sí, es que llego un poco justo. Espero que no haya mucho atasco. -No debería a estas horas. ¿Qué tal el viaje? ¿Viene usted de Santiago, no? ¿Llueve por allí? Contesto a las preguntas retóricas con respuestas tópicas mientras nos encami...