Duelo de titanes
Estoy en la sección de vinos de un supermercado, sosteniendo la mirada desafiante de un hombre, con una botella en la mano y dispuesto a todo. Les contaré cómo he llegado hasta esta ridícula situación. Ya han pasado más de dos años desde que el coronavirus irrumpiera por sorpresa y cambiase para siempre nuestras vidas. La ilusión que habían despertado las vacunas se fue desvaneciendo a medida que surgían nuevas cepas que escapaban de las defensas humanas. Yo perdí mi trabajo en los primeros meses de la pandemia, pero no me quejo, ahora tengo una tranquila y bien remunerada labor como “okupa legal”. Me pagan por habitar varias casas e impedir así que sean okupadas de forma ilegítima. Lo peor es el aspecto social, tengo 41 años y mis necesidades…con el inconveniente de que no me siento cómodo en las webs de citas y aplicaciones de móvil, justo el método que ha adoptado la mayor parte de la población para buscar pareja. Así que he empezado a frecuentar la “hora-singles” que han im...