Objetivo… ¿felicidad? No, apariencia de felicidad.

Decía en una entrada anterior del blog que considero la felicidad un efecto, no un objetivo en sí mismo. Creo que no es buena idea salir a buscarla y pienso que aparece cuando estás haciendo algo concreto que te resulta especialmente satisfactorio (ya sea tocar el piano, jugar al tenis o salir a cenar con los amigos). La felicidad no es un estado crónico (eso podría llamarse bienestar o satisfacción), es algo puntual de lo que no somos conscientes la mayoría de las veces hasta que ya ha pasado. Más que vivir la felicidad, recordamos haber sido felices. Los ejemplos de felicidad mantenida que conocemos proceden de la literatura, especialmente de los libros de ciencia ficción. En su novela Un abismo en el cielo , Vernon Vinge describe una civilización autoritaria (los Emergentes) que sustenta su poder en los “enfocados”, humanos centrados al cien por cien en llevar a cabo con dedicación absoluta y eficiencia máxima una tarea concreta. Este “enfoque”, logrado con el empleo de un virus qu...