La “revolución cultural” en medicina.
Creí necesario dar una patada al avispero para manifestar una opinión que es compartida por muchos/muchas de mis colegas y que ha permanecido demasiado tiempo oculta. En absoluto es un ataque a la profesión médica (si no hubiera un gran número de personas honestas no tendríamos sanidad pública a estas alturas) y más bien se podría considerar una autocrítica que tiene por objetivo la mejora de la atención al paciente. Tampoco es una oposición al buen uso de las medidas sociales, es una denuncia del abuso. Llevar una bata blanca no conlleva el automático reconocimiento social, cada uno debe ganárselo con su propia trayectoria profesional. Y nosotros no somos diferentes de otras personas que desempeñan otros cometidos, aunque el oficio de médico, por sus implicaciones, por el hecho de que los pacientes depositan su confianza en nosotros en una situación de indefensión, sí es especial, y moralmente más exigente. Si somos capaces de dejar a un lado el ruido y la furia, si presc...