Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer.

Entre los escritores malditos estadounidenses (y hay unos cuantos), David Foster Wallace ocupa un destacado lugar por méritos propios. Es el autor de una de las novelas más citadas y menos leídas de la literatura americana (“La broma infinita”), es un escritor de culto para alguno de sus contemporáneos (Jonathan Franzen) y, sobre todo, alguien que tuvo la feliz idea de hacer un bonito cadáver ahorcándose a los 46 años (padecía una depresión mayor). Como curiosidad, y de forma coherente con el nombre de este blog, había nacido en Ithaca (NY). Entre sus obras hay una muy divertida, compuesta de ensayos cortos que ridiculizan costumbres occidentales (es hilarante su descripción de un crucero) y es precisamente de este libro del que he tomado “prestado” el título. Mi humilde aportación versa acerca de los “hoteles de todo incluido”, específicamente en su modalidad “con niños”. Los hoteles de “todo incluido” con niños (en adelante HTIN) son lugares muy socorridos para todos los que he...