Crónicas del coronavirus (6).
Hoy participé en una teleconferencia
internacional en la que había “ponentes” de China, Alemania, Italia, Francia y
España (un compañero y amigo de Madrid y yo mismo). Se trataba de que cada país
contase de una forma resumida la experiencia acumulada durante la pandemia y
que los colegas de China actuasen como consultores. La convocatoria tuvo una
gran aceptación y fue seguida por miles de personas en todo el mundo, pero debo
decir que no me he quedado con ningún mensaje que me ayude a resolver las dudas
que me plantea el tratamiento de la neumonía por coronavirus. O los chinos no
saben las respuestas, o se las guardan para consolidar su incipiente primacía
mundial. Como siempre he tenido buena opinión de los científicos (excluyo al
infame Dr Simón de este noble oficio), prefiero quedarme con la primera opción.
Sin embargo, sí fue interesante la
respuesta que me dio off the record el médico alemán (que es el
presidente de la Sociedad Europea de Patología Respiratoria) sobre la pregunta
que todo el mundo se está haciendo: ¿por qué mueren más pacientes en España que
en Alemania? El Dr Tobías Welte esgrimió tres razones:
-Un artefacto estadístico: en Alemania
se hacen test diagnósticos a un gran número de ciudadanos, lo que permite
diagnosticar casos leves, mientras que en España (si acaso) se hacen sólo en
pacientes graves. Las consecuencias de ello sobre las tasas de mortalidad son
obvias.
-Recursos: Alemania ocupa el 8º lugar
en el mundo en camas por 1000 habitantes (8,3), España está en el 73 (3). Por
cada 1000 habitantes, España tiene 3,9 médicos (posición 20, según la OMS) y
Alemania tiene 4,2. Ese país nos dobla en número de camas de UCI y en porcentaje
del PIB invertido en sanidad (un exiguo 6% aquí). Datos oficiales e indiscutibles.
-Planificación: En Alemania la
pandemia llegó más tarde y eso les permitió organizarse y adoptar una estrategia
de diagnóstico rápido y aislamiento de los casos, además de redirigir la
organización de los hospitales a la atención de los pacientes COVID-19. Además,
sugirió el Dr Welte que dejando circular libremente durante semanas a pacientes
infectados, los españoles podrían haber estado expuestos a una mayor carga viral,
potencialmente más mortífera. Esto último es algo puramente especulativo.
La primera razón carece de
importancia real al ser un artefacto estadístico. La segunda es responsabilidad
de los sucesivos gobiernos (y de sus votantes) por haber reducido la inversión
en sanidad. Este hecho no se puede imputar a un partido concreto (en Andalucía
se hicieron los mayores recortes de toda la nación) y es de naturaleza política,
va en los programas electorales y los electores pueden decidir la opción que más
les convenza. La tercera es flagrante responsabilidad del gobierno actual, que
actuó con negligencia criminal alentando a los españoles a participar en
manifestaciones y actos públicos cuando ya teníamos delante de las narices lo
que estaba ocurriendo en otros países del mundo. Además, este gobierno debería
haber garantizado la disponibilidad de test diagnósticos y equipos de
protección, al no hacerlo ha situado a nuestro país en la primera posición de
sanitarios enfermos, empeorando dramáticamente la situación. Esto es algo que
supone miles de muertos y que yo jamás voy a olvidar.
¿Y qué van a hacer los simpatizantes
de los partidos del gobierno? ¿Reconocerán el error de haberlos votado y
adoptarán una posición crítica? No, ni mucho menos. Van a “doblepensar”
(adoptando el neologismo orwelliano que designa la disciplina mental de darle
la vuelta a la evidencia para acomodarla a la propia creencia). Buscarán
explicaciones alternativas (“era imprevisible”, “otros todavía lo habrían hecho
peor”, etc). Y lo harán por dos motivos: no reconocer que se han equivocado y
no cargar con el coste emocional que supone oponerse a lo que es sentimentalmente
afín.
Aporto mi propia teoría de la
conspiración. Después de revisar cuidadosamente todo el listado de enfermos y
fallecidos en China, el mítico hacker John Doe comprobó con poca sorpresa que
ningún dirigente del partido comunista estaba entre los pacientes que
necesitaron ingreso o fallecieron. Esto sólo puede explicarse de una forma: ya
tenían la vacuna desde el principio y están listos para tomar el mando. Espero
que mis ojos achinados me otorguen una ventaja competitiva.
Por último, estoy bien, sin síntomas,
esperando que pasen los fatídicos 7-10 días después del contagio, que es cuando
el virus golpea con fuerza. Si tengo suerte, pronto estaré de vuelta a las
trincheras.
Cuidate mucho y seguro que en nada estas en primera linea...dando guerra😉!!! Muchas gracias por la información...ahora mas que nunca...con tantas ”fake news” y noticias populistas...se agradece mucho poder leer publicaciones con criterio!!! Animooo!! Un abrazo
ResponderEliminarAnte todo,desearte de todo corazón que te recuperes pronto; ánimo, fuerza y esperanza.
ResponderEliminarGracias por compartir no sólo datos o información muy interesante, sino por hablar de todas las emociones a corazón abierto.
Resulta muy reconfortante todo lo que escribes y nos acercas al lado humano del médico de manera admirable.Siempre creí que hay una chispa divina en todas las personas que cuidan de los demás,que nos cuidan cuando estamos lastimados,vulnerables o asustados.
Un fuerte abrazo !!
Gracias por tu visión que nos da un mejor enfoque a la nuestra ya que no disponemos de un criterio tan técnico para entender esta situación tan distópica que no utópica.
ResponderEliminarCuídate mucho L.A
Sigue incluyéndonos.
Un abrazo de una de Noia.