Crónicas del coronavirus (15)
Creo que merece reflexión un fenómeno
global y que puede parecer paradójico a simple vista: los gobiernos de los países en los que la
pandemia ha castigado más a la población (España, USA, GB, Francia, etc) parecen
haber sido “exculpados” por los ciudadanos. A pesar de que su ineptitud ha sido
causante de miles de muertos (se dice pronto, miles de muertos, algo que no ocurría
desde la última guerra en la que cada nación se vio involucrada), los votantes
parecen haber optado por mirar hacia otro lado, y se me ocurren varias razones
que podrían explicarlo y que van más allá de los subsidios prometidos para
aliviar los efectos de un desastre que, sin duda alguna, han contribuido a
agravar:
-Los votantes tienen responsabilidad
en la elección de los gobernantes. Aceptar que éstos se han equivocado
significa aceptar culpa. Perdonar al gobierno es, en cierto modo, perdonarse a
sí mismos. Aquí funciona el mecanismo de “disonancia cognitiva” que ya he
mencionado en anteriores ocasiones. Es más fácil asumir una explicación
alternativa que enfrentarse con algo que tiene un coste emocional. Las críticas
vendrán de los que no han votado al gobierno porque ellos no se sentirán
responsables de lo sucedido y, sin embargo, están indignados porque el drama
también les ha golpeado a ellos. Por eso, además de culpar a los elegidos tienden
a acusar a los electores, lo que es injusto si se acepta el sistema de
democracia representativa. Habrá, sí, algunos que puedan vencer la “disonancia
cognitiva” y retirar su confianza al gobierno ante unos hechos que admiten poca
discusión, pero serán minoría.
-La mayoría de las personas son de
izquierdas o de derechas (especialmente en el primer caso) por convicciones éticas.
Sienten que su militancia les sitúa en un limbo de “superioridad moral” y esto
tiene poco de racional, es algo puramente emocional. Otros serán de izquierdas
o de derechas por pragmatismo, porque ello les suponga cierta ventaja, pero aún
así buscarán una justificación moral. Por ejemplo, un multimillonario será casi
siempre de derechas porque es lo que más le conviene, pero rara vez reconocerá
esto, más bien se armará de todo el ideario capitalista-liberal y expondrá con
convicción que ese sistema es el que más favorece la riqueza de las naciones.
El egoísmo está muy mal visto. De nuevo, criticar lo que hacen “los tuyos”, el
grupo al que perteneces, te lleva a la “disonancia cognitiva”.
-Por último, habría un mecanismo que
me parece particularmente interesante y que explica por qué funciona el “no se
podía prever”, “nadie podía haberlo anticipado”, o el “los demás también se han
equivocado”. Que esto es fácil de desmentir con los hechos es algo que ya he
expuesto con anterioridad, no merece la pena repetirlo. Pero funciona, los
votantes están dispuestos a aceptarlo, aún sabiendo que con ello tienen que
meter unos miles de muertos bajo la alfombra y que, por mucho que se salte encima, el
bulto será demasiado visible. ¿Por qué funciona? Desde mi punto de vista es
porque la mayoría de la gente tampoco “lo vio venir”. El error del gobierno (“un
puñado de casos”, “nada diferente de la gripe”) ha sido el suyo propio. De
nuevo, es “humano” errar. Pero
creo que la gente se equivoca, ellos no tenían por qué saberlo pero los
gobernantes sí. Ellos no tenían toda la información, pero Sánchez desatendió
hasta 40 avisos de todo tipo de instancias internacionales. Entre otras,
decidió no hacer caso de las recomendaciones que le hizo un experto en salud
pública de la Organización Médica Colegial en el mes de enero. Él tenía la
información, y también la responsabilidad, porque en un sistema democrático
representativo los ciudadanos ceden temporalmente las competencias y las
obligaciones a un grupo de personas elegidas en las urnas.
Nada va a cambiar. Miles de personas
han muerto en soledad, se les hará un monumento en cualquier plaza y se pasará
página. De hecho, recordarlo será mal visto por una gran parte de la población,
porque a nadie le gustan las personas que actúan “como espejo”. Trump saldrá
reelegido, y lo mismo Macron, Johnson y Sánchez. Life goes on…
Es posible que no lo viesen venir porque el coronavirus no tenía perfil en Instagram La nueva estrategia en la toma de decisiones políticas,por desgracia, se basa en la redes sociales y por ello hasta el 9 de marzo este no era un Trending Topic. Hasta mediados de enero, la responsable del Ministerio de Sanidad era una persona a la que se le presupone un mayor conocimiento en la materia, debido a su formación académica, y con una experiencia de al menos 2 años en el puesto. Su sucesor en el cargo carece de ellas pero era o es una pieza esencial para otros asuntos del gobierno, bastante alejadas del ámbito sanitario. Las redes sociales, en una gran medida, muestran realidades paralelas al igual que los videojuegos. Pero esto por desgracia es real, las personas fallecidas son reales y la economía es real. Las consecuencias son las que son y ahora nos encontramos en una situación de confinamiento total, modelo de contención que ni Italia se planteó en un primer momento si no hubiese sido por filtraciones a la prensa que provocaron que población de las áreas con mayor número de casos se trasladase a otras zonas. No todos los países con economías fuertes, proporcionan a sus ciudadanos un sistema de salud de garantía y universal, pero tampoco conozco ningún país con una economía empobrecida que sea capaz de proveer un sistema de salud con estándares a los que estábamos acostumbrados.
ResponderEliminarHan fallado los gobiernos, pero también las entidades supranacionales. La Unión Europea ha vuelto a convertirse esencialmente en un Mercado Común Europeo y los dirigentes de la OMS me generan mucha desconfianza. Me cuesta mucho creer que unos dirigentes desde Suiza, y con la necesidad de financiación a través de los diferentes países, es decir gobiernos, tomen decisiones basadas única y exclusivamente en el rigor científico. Mi pregunta es ¿En quien podemos realmente confiar?
Un abrazo, y no dejes de escribir.
¿En quien se puede confiar? Uff ,menuda preguntita. En teoría deberíamos poder confiar en los expertos, pero en este caso es evidente que han fallado estrepitosamente, salvo que hubiesen aconsejado lo correcto y el gobierno los hubiera desoído, pero en ese caso lo honesto habría sido dimitir. No hay ya de quien fiarse, Nano, lo siento.
EliminarLo que yo trato de explicar en esta entrada es que se pierde el tiempo intentando demostrar el grave error del gobierno a quienes lo apoyan. Ellos no son idiotas (esto nada tiene que ver con la inteligencia, es como atacar religiones como el nacionalismo, el fascismo o el comunismo) y ya lo saben. Simplemente no lo aceptarán jamás. En consecuencia, una vez entendido lo que ocurre y por qué ocurre, lo más sabio es dedicar los esfuerzos a otras cosas, así que cierro este capítulo.
Aprecio realmente tus palabras y te mando un abrazo.
Clarifico: sólo se reconocerá lo sucedido, se hará justicia a las víctimas y se asumirán errores cuando pase el tiempo, cuando ya no influya en el resultado de ninguna elección. Cuando no tenga un coste político.
ResponderEliminarPues pueden ir concretando medidas.Ahora que hablan de los nuevos "Pactos de la Moncloa",podría establecerse en los Presupuestos Generales del Estado unos % fijos y minimos del PIB en a Sanidad y Educación.Independientemente de quién esté en el gobierno en cada momento.
EliminarHola!,
ResponderEliminarVi los resultados de le encuesta, y me han sorprendido mucho. Somos muchos los que pensamos que esto no tiene nada que ver con la ideología, y que la gestión del gobierno es de vergüenza. Me cuesta pensar que en una situación como esta, la mayoría de las personas no vean los datos, escuchen las ruedas de prensa, y no se lleven ls manos a la cabeza, independientemente de su voto.
Estoy enfadada y empiezo a estar asustada por la manipulación de la información, ocultar o maquillar cifras de muertos.. Etc.
Qué bien lo de Lugo.
Un saludo