La pandemia del virus SMQ
Vivo desde hace tiempo horrorizado por la rápida e imparable expansión del virus SMQ, que causa el temible síndrome del médico quejumbroso. Este virus, que se transmite por vías tan variopintas como la visual y la auditiva, induce en el médico un estado de extrema apatía que desemboca en victimismo, prolongadas bajas, reducciones de jornada, libranzas diferidas, liberaciones sindicales y ausencia de cualquier interés por los pacientes o por la ciencia. No hace mucho, he tenido la oportunidad de leer las declaraciones de una de las afectadas, la intensivista Tamara Contreras, en referencia a las guardias: «Yo soy de las tomadoras (de benzodiacepinas). Me muero y no me puedo dormir. Y entonces después me tomo un café para ir al cumpleaños de la amiga de mis hijas. Ruego que nos escuchen». El cumpleaños de la amiga de sus hijas en peligro… la llamada a la misericordia… una verdadera tragedia. Otra intensivista (o la misma, no lo puedo asegurar), narraba el El Mundo su estremecedora ...
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