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Mostrando entradas de diciembre, 2018

El nacionalismo es un erizo de afiladas púas.

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En su ensayo de 1953 “El erizo y el zorro” el filósofo Isaiah Berlin, conocido fundamentalmente por sus reflexiones sobre la libertad, divide al mundo -sobre todo a pensadores y escritores- en dos categorías: los erizos y los zorros. La idea se le ocurrió a partir de un proverbio atribuido al poeta griego Arquíloco: «Mientras que el zorro sabe de muchas cosas, el erizo sabe mucho de una sola cosa». Brevemente, los erizos simplifican la complejidad del mundo y reúnen su diversidad en base a una única idea; podría verse como un prisma inverso que recogiese los diferentes colores y los agrupase en un haz de luz blanca. Los zorros, por otra parte, son incapaces de reducir el mundo a una sola idea y se mueven constantemente entre una inmensa variedad de conceptos y de experiencias (aprovecho este momento para declarar públicamente que soy un zorro). El extremo de un erizo sería el fanatismo y el escepticismo sería el final del camino de un zorro. Es evidente que los nacionalistas son eriz...

Lugares en los que se calma el dolor: Iguazú.

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A petición de mi buena amiga MM y tomando prestado el título de un libro de viajes de César Antonio Molina. Una canción de Dylan empieza con el verso “nobody feels any pain”. Y siempre que la escuché pensé que sería maravilloso que esto pudiera ocurrir, y que gracias a una imposible casualidad el dolor despareciese por completo del mundo. Aunque sólo fuese una fracción de segundo, aunque jamás volviese a ocurrir. Creo que es posible que haya lugares en el mundo que, por su impactante belleza, alejen de las personas el dolor, la ansiedad y el miedo. En esos sitios mágicos, el espíritu se relaja, se libera y, de una forma imperceptible, desaparecen todas las preocupaciones. Iguazú es sin duda uno de estos parajes en los que la naturaleza despeja el dolor de las mentes. No es necesario esforzarse, es algo que ocurre de una forma natural, inconsciente, porque entronca con algo esencial en el ser humano, algo que nos recuerda a todos de dónde venimos y quienes somos. Simplemente se tr...

La importancia de los valores.

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En una entrada anterior mencioné de pasada los valores, entendidos como ideas sobre lo que se considera moralmente correcto. Nada hay que te acerque más a otra persona o que más te aleje de ella que los valores. Pero no es mi intención hacer una larga disertación ética, hay libros y tratados que se ocupan de ello con mayor precisión y profundidad de lo que yo podría hacerlo aquí. Lo que me apetece es comentar dos casos concretos y diametralmente opuestos de cómo se pueden compartir valores. Una de las preocupaciones fundamentales de cualquier padre es transmitir valores a los hijos, y el cine es una forma excelente de hacerlo. Sin duda, el héroe moral de mi infancia y adolescencia es Atticus Finch. Leí primero el libro de Harper Lee (el único, el otro no cuenta), que estaba perdido por alguna de las estanterías de mi casa y después vi la maravillosa adaptación al cine de Robert Mulligan. Ambas obras me siguen emocionando profundamente. El personaje de Atticus está descrito a part...

Un breve discurso sobre la separación amorosa.

A todo el mundo le han roto el corazón alguna vez. Y si esto no le ha ocurrido todavía a usted es porque ha tenido mucha suerte y ha acertado al primer intento, o porque se ha conformado con una mesa coja de alguna de las tres patas (en otro momento hablaré de eso) o porque ha vivido siempre el amor como una - en palabras de Stendhal- “representación cortés” (es decir, ha actuado en una obra en la que ha representado el papel de enamorado porque piensa que hay cierta obligación en el hecho de enamorarse). Pero si ha sido “el desollado” (aquí me apoyo en “Fragmentos del discurso amoroso” de R Barthes), un sujeto amoroso con especial sensibilidad que lo hace vulnerable, ofrecido en carne viva a las heridas más ligeras, es probable que haya vivido una ruptura traumática, un duelo calificado como “de primer orden” por los psicólogos y psiquiatras. Estos siempre enumeran ciertas fases por las que supuestamente debe pasar ese duelo (negación, ira, negociación, tristeza y aceptación), que s...

Un curioso encuentro en el avión.

En esta entrada contaré algo curioso que me sucedió en el 2014, durante un viaje a Valdivia (Chile), donde me invitaron para dar una conferencia. Dado que es algo que ocurrió realmente, omitiré los nombres que permitan identificar a personas que quizás preferirían no figurar aquí. Estoy en el avión que me llevará de Santiago de Chile a Valdivia, previa parada en Concepción, después de casi 20 horas de viaje. El último pasajero en entrar en la cabina es un tipo rubio, de ojos azules, desgarbado, de barba descuidada y de aspecto británico. Porta una enorme mochila. Se acerca a mi asiento (estoy acomodado en uno de pasillo) y me dice: -Eh man! Mi asiento es el del medio. Es el mejor, es con mucho el mejor de todos! ¿Quieres que te lo ceda? -No gracias, no me gustaría privarte del asiento mejor de todos. Así estoy bien. El tipo pasa, se sienta, y coloca su gran mochila sobre las rodillas. Le pregunto si quiere que se la deje en el portaequipajes. -No, loco! La llevo así, no m...

Acerca de la esencial distinción entre lo “humano” y lo “blandengue”.

Entre mis amigos y yo existe una especie de consiga: sólo es imperdonable aquello que se hace por maldad (sabiendo que es dañino para otra persona) o lo que se hace por “blandenguería”. La palabra “blandengue” necesita explicación. Surgió de una famosa entrevista al Fary ( https://www.youtube.com/watch?v=ZGo3eIc0rYA ) en la que expone (en un tono claramente casposo y machistoide) su opinión acerca de cómo debería ser el comportamiento de un hombre con una mujer. Quien no conozca esa famosa intervención no tiene más que pinchar en el enlace, pero podría ahorrárselo echando un vistazo al ideario de VOX. Lo cierto es que el término fue ganando presencia entre nosotros a lo largo del tiempo y su significado se fue puliendo con el uso reiterado, apartándose de su interpretación inicial, adoptando nuevas acepciones y consolidándose como un vocablo indispensable en nuestras conversaciones para nombrar una persona o conducta que nos desagrada. ¿Qué significa entonces ser “blandengue”? Tratar...

Por qué el asma.

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Hoy en día es imposible alcanzar un nivel de experto en cualquier especialidad considerada de forma global. Un neumólogo deberá conocer lo fundamental de toda la patología respiratoria, pero sólo podrá investigar o ser referencia en una de sus numerosas áreas. Yo caí en el asma por casualidad. De hecho, hice mi tesis sobre ventilación no invasiva en el síndrome de hipoventilación-obesidad, un tema que estaba muy acorde con la filosofía del servicio donde había hecho la residencia (Hospital Marqués de Valdecilla en Santander). Pero hace ya bastantes años, un laboratorio farmacéutico organizó una red europea de "neumólogos con proyección". La idea era reunirse periódicamente para perfeccionar la habilidad de dar charlas en inglés y, al mismo tiempo, hacer contactos para futuros proyectos de investigación. Y más que contactos hice verdadera amistad con alguno de mis compañeros (de hecho, de ahí surgió el germen que años más tarde eclosionaría en el grupo "miedo y asco...

Por qué soy médico

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Podría decir que desde pequeño soñé con ser médico. No es cierto, quería ser delantero centro del Atlético de Madrid. Podría inventarme una vocación heroica, el decidido afán de arriesgar mi vida para curar a los enfermos de los países más pobres del mundo, pero debo reconocer que nunca me vi ejerciendo el oficio en taparrabos y en plena selva, hubiera resultado un perfecto inútil. Soy médico porque mi padre lo fue (y, según el psicólogo Ronald Rohner, la figura paterna es un inevitable modelo a seguir) y porque me dio la media para entrar en Medicina. De haber sacado menos nota, habría hecho una carrera diferente y en ese momento no me hubiera importado en exceso. Tampoco disfruté estudiando la mayoría de las áridas asignaturas de la carrera, lo hice por orgullo y por obtener el título que me permitiría ganarme la vida. Ahora, años más tarde, puedo decir que fue una verdadera suerte y una de las mejores no-decisiones que tomé en la vida, una de las patas que con más firmeza sujetan ...

Por qué soy del Atlético.

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Es honesto empezar advirtiendo a seguidores de Real Madrid y Barcelona de que la lectura de este breve artículo puede hacer tambalear sus convicciones futbolísticas. Aquellos que duden de su firmeza harían bien en abandonar antes de adentrarse en contenidos subversivos para refugiarse en terrenos más seguros y previsibles, como la servil prensa deportiva. Quiero explicar por qué ser del Atlético de Madrid es la mejor de las opciones posibles, pero quizás habría que comenzar por responder a una pregunta: ¿qué hace que una persona sea de un equipo y no de otro? Lo más habitual es que esta vocación se establezca en la tierna infancia bajo la influencia de familiares allegados (padres, hermanos, abuelos…) que se apresuran a timbrar una mente todavía dúctil y desamparada. Su influjo consigue establecer un vínculo afectivo (familia-equipo) que será difícil de romper más adelante, ya que hacerlo obliga a un acto de rebeldía que no está al alcance de cualquiera. A este proceso podríamos ...

Por qué Ítaca

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Inicio este blog porque creo que me ayudará a poner en orden mis ideas (si es que ello es posible) y también a compartirlas con las personas que más me importan. Quizás a ellos les ayude a conocerme un poco mejor y, en el mejor de los casos, incluso servirá para que pasen un rato entretenido. Para los peregrinos de internet que caigan por aquí por causalidad o despiste, deseo que esta breve posada sea un descanso agradable. Dado que soy una persona reflexiva, creo que éste es el medio más adecuado para exponer mis pensamientos, impresiones, sensaciones, pasiones, intereses o preocupaciones. Creo que las redes sociales tipo Instagram o Facebook tienen más de exhibición fingida que de realidad y me sentiría incómodo publicando fotos de un chuletón, de un plato de marisco o un selfie frente a a la Torre Eiffel (por favor pásese por alto la foto que acompaña a este texto, no volverá a ocurrir salvo que sea imprescindible para explicar algo concreto). Aprovecho para recomendar dos obras s...